La depresión es un problema psicológico, biológico y ambiental que ha afectado a millones de personas, tanto directa como indirectamente. Las personas que sufren depresión suelen tener dificultades para desenvolverse con normalidad, y a menudo experimentan problemas en su vida cotidiana como consecuencia de ello.
El coste emocional de la depresión puede destrozar a las familias, provocar la pérdida de empleo y, en algunas ocasiones, acabar en suicidio. Aunque no hay cura para la depresión, existen opciones de tratamiento que pueden ayudar a quienes la padecen a llevar una vida normal y feliz.
La depresión cambia la forma en que una persona es capaz de pensar, sentir y ver el mundo que le rodea. Estos cambios producen efectos adversos en el comportamiento dirigido hacia los demás y hacia uno mismo.