A veces hacemos planes que se espera que traigan la felicidad a nuestras vidas, ya sean unas vacaciones, una graduación o una boda. Pero los placeres sencillos de la vida son los que pueden darnos una alegría continua. Cuando apreciamos y disfrutamos de las cosas sencillas, la gratitud que sentimos se extiende también a otros ámbitos.
Vivir el presente es importante. Tener un enfoque equilibrado también es importante. Cuando pienses en el futuro, haz los planes necesarios para disfrutar de ese tiempo más adelante, porque algún día el futuro será tu "en el momento". No descuides tu planificación para el futuro, pero no dejes que consuma tu vida de forma insana. El equilibrio es la clave, y te ayudará a no sentirte estresado por centrarte demasiado en un área.
Vivir el momento es una de las mejores cosas que puedes hacer por ti mismo. La felicidad se consigue cuando elegimos vivir y disfrutar del momento en que nos encontramos, en lugar de añorar otro momento y lugar. Si aprovechas el tiempo y la vida que te han dado aquí y ahora, conocerás la verdadera felicidad.